Quizás, en esos arcones también hay pruebas de este sello. O quizás, de alguna forma, aparecen las planchas que permiten realizar una “reimpresión” hacia 1960, que es cuando empiezan a aparecer en el mercado. Son los sellos catalogados como “2ª tirada” que, a pesar de que su presencia en subastas y ofertas es continua actualmente, ni siquiera se menciona su existencia en la obra de Tort (1945), Por ello los ejemplares de esta “segunda tirada” no deberían ser catalogados, en ningún caso, como sellos no emitidos sino como, a lo sumo, una "reimpresión". A mí me gusta mucho un término que he aprendido hace poco y que, no sé el "por qué" me viene ahora a la cabeza. Es un término que usan los franceses para algunos sellos de Andorra: Reimpression "G". Bonito ¿no?
Son muy interesantes e instructivos todos los comentarios que se pueden leer en el Ágora de Filatelia y que aconsejo a todos los interesados en el tema. Allí se explica que se usan los cuños del actualmente catalogado como tipo III de la emisión de 1856 y cómo, al forzar el cliché intentando hacer caber la leyenda: "12 CUARTOS", el filete inferior y el resto del sello se deforma y en muchas ocasiones llega a romperse.
Yo dispongo de un ejemplar nuevo y de otro barrado, que presento a continuación.

Pero también poseo, con sus certificados correspondientes de autenticidad de COMEX y de Roig, e incluso con la marquilla, como no, de Manuel Gálvez, de un ejemplar del que nuestro sorprendente catálogo EDIFIL denomina aún como NE1 (increible, ¿no?, es más, en el catálogo especializado, al menos, aparece el auténtico, pero en el normal, el que compra el coleccionista habitualmente todos los años, ¡ni siquiera aparece el bueno, sólo el falso! perdón, quería decir la reimpression "G"). Ahí va.

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